El matrimonio de Rosalía de Castro.

En esta ocasión, les ofrezco la traducción que realicé de un poema de la gallega Rosalía de Castro (Santiago de Compostela, 24 de febrero de 1837 - Padrón, 15 de julio de 1885), una poeta que se caracterizó por su irreverencia con los papas, frailes, sacerdotes y obispos, que se pedorreó en la iglesia y a los creyentes les echó en cara sus infundados credos.... ah pero eso sí, fue una mujer con un conocimiento profundo de la religión cristiana. Su lengua materna era el galego, sin embargo también escribió profusamente en español. Este poema, escrito originalmente en galego, dentro de su libro Follas novas, y que yo conseguí gracias a los compas del CNTE (así es, no sólo se dedican a marchar sino también realizan investigación, discusión, reflexión y a más de uno de mis colegas poetas y a mí nos darían una lección inolvidable). Por otro lado la Ley de Matrimonio Civil de 1870 en Galicia, establecía en uno de sus artículos que la mujer no podía publicar obras de las que fuera autora o traductora sin la previa licencia del esposo(1). Además el vocativo me resulta cercano y propenso para hacer de este ejercicio de traducción como un ejercicio de ironía particular pues se dirige a Serrano, el general que promulga dicha ley(2). Esa ley provocó un intenso debate social y Rosalía compuso el siguiente poema muy ad hoc para estos fríos de invierno para reivindicar a la mujer y mofarse de esas injustas y ridículas normas.



El matrimonio

Decides que el matrimonio
es santo y bueno, Serrayo*
mas no casó San Antonio
por más que el mismo demonio
lo tentó a hacer el ensayo.

Cilicios, cantos pudieras
penitencias a Dios dar,
mas santo no hay en la vera
que de un casado quisiera
la pesada cruz cargar.

Ni los santos padres todos,
de quienes lees tanto escrito
y alabas en varios modos
quisieron en esos lodos
sumergir un pie bendito.

Al derecho y al revés
matrimonio un dogal es:
"Eres tentación de infierno
mas casaré..., pues invierno
!sin quien caliente los pies...!


O matrimonio (versión original)

Decides que o matrimonio
é santo e bueno, Seraio;
mais non casou San Antonio
por máis que o mesmo demonio
tentouno a face-lo ensayo.

Celicios, cantos poder;
penitencias, a Dios dar;
mais santo n'houbo, a meu ver,
que dos casados quixer
ca pesada cruz cargar.

Nin os santos padres todos,
de quen tes tantos escritos
e alabas de varios modos,
quixeron naqueses lodos
meter os seus pés benditos.

Do direito, do rivés,
matrimonio, un dogal es,
eres tentazón do inferno,
mais casarei..., pos no inverno
¡no ter quen lle a un quente os pés...!


*Serrayo lo hago resultar del cercano Serrano castellano y del galego Seraio, original del poema, valiéndome de la inmensa diversidad de ese nombre, que incluye entre sus variantes Serrato y Serratos. Aunque para ahondar en las confesiones, puedo comentarles que habría dedicido colocar Serrano y modificar el último verso para que quedara como sigue:

Decides que el matrimonio
es santo y bueno, Serrano;
mas no casó San Antonio
por más que el mismo demonio
lo tentara con la mano.

Pero como evidentemente es más lejano a la versión original decidí hacer lo hecho.

(1) ESPÍN Canovas, Diego. LA CONSTITUCIÓN DE 1869 Y LA LEGISLACIÓN CIVIL ESPAÑOLA HASTA 1874. Conferencia pronunciada en la Universidad de Salamanca en el curso 1968-69, formando parte del ciclo «La obra legislativa de la Revolución de 1868». Se puede descargar el paper de este enlace: https://www.google.com/?hl=gl#hl=gl&q=ley+matrimonio+civil+galega+1870+
(2) Ibídem.


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